Por siempre joven

Por María Xavier Gutierrez

Al día siguiente, cuando Francisco y yo salimos del hospital con ese paquete humano en la mano, íbamos apurados pensando: ¿Y ahora a qué hacemos? Era una gran responsabilidad y nosotros estábamos a cargo. ¿Guat? 

Lo que vino después fueron horas infinitas observando a la criatura, escudriñándolo, ver sus dedos largos, su cabeza peluda, su nariz y cejas, olerlo, acostumbrarme a sus vómitos de leche. Yo manejaba torpemente mis manos y se me desgajaba, Francisco igual que yo.

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Recomiendo ver las fotos con la música de fondo /Vídeo Forever Young

Lo fantástico es que las mujeres traemos un chip incorporado que se activa al momento que baja la leche por las chichas –quizá antes–. Se llama instinto materno y en pocas horas sabía acomodarlo, alimentarlo, bañarlo y vestirlo. Fran sacaba los gases y hacíamos un buen equipo. Sentía que Diego había estado toda mi vida. 

Han pasado casi dieciocho años desde que llegó, ahora se está graduando del colegio. Rebobino la cinta y veo la película de 155,500 horas de duración, que me enseña los recuerdos como si fueran fragmentos congelados: encogiendo sus piececitos para no tocar la arena; que perdía en el colegio las camisas de deporte; cantando con pena en el escenario detrás de cincuenta niños; su cara de concentración cuando tocaba la batería; sus canastas en basket, sus enojos, su voz de niño o cuando me contó en el carro que tenía novia y chocamos nuestras palmas.

Me persigue la idea que la primera fase de la maternidad es el tiempo que he tenido para dar lo mejor de mí a mi hijo y a mi hija Belén quien llegó después. Pensé que iba a durar siempre pero en realidad solo se trata de un segmento de nuestras vidas juntos que parece pasar muy rápido.

Quiero recordar ¿cuándo fue la última vez que lo mecí en un columpio?, ¿cuándo fue la última vez que le recordé lavar sus dientes?, ¿cuándo fue la última vez que lo vi chuparse el dedo? No lo sé, porque en ese instante no sabía que sería el último. Ahora le digo que use cinturón de seguridad y que maneje despacio porque cree que ir a 80 KMPH está bien. 

En yoga y meditación llamamos maestros a las personas o situaciones que aparecen en la vida para ayudarnos a moldear las imperfecciones. Diego ha sido un gran maestro para mí porque aprendí con él a ser una mejor persona, a amar incondicionalmente, a ser más paciente, a estar presente, a confiar en él y a aceptar los cambios que llegan porque la vida es eso: pura transformación .    

Ahora mi maestro ha crecido, celebramos que se instala en él la juventud llena de promesas y que se alista para abrir a codazos su espacio en este mundo convulso. Francisco y yo ya no estamos apurados, solo le hacemos la crucita en la frente y le abrazamos para que sepa que siempre estaremos a su lado. 

Bueno, el corazón de una mamá suele ser cursi… 

Dedicatoria para Diego

Forever Young de Rod Stewart / Abajo en español  

May the good Lord be with you down every road you roam.
And may sunshine and happiness surround you when you’re far from home.
And my you grow to be proud, dignified and true.
And do unto others as you’d have done to you.
Be courageous and be brave.
And in my heart you’ll always stay

Forever young. 

May good fortune be with you, may your guiding light be strong,
Build a stairway to heaven with a prince or a vagabond.
And may you never love in vain.
And in my heart you will remain

Forever young. 

And when you fin’lly fly away, I’ll be hoping that I served you well.
For all the wisdom of a lifetime, no one can ever tell.
But whatever road you choose, I’m right behind you win or lose,

Forever young. 

En español

(Modificada por Mujer Urbana)

Que el señor te acompañe en el camino que elijas

Y que la luz y la felicidad

te rodeen cuando estés lejos de nosotros

Y que te desarrolles orgulloso digno y fiel

Y que ames a los otros como te amarías a ti mismo

Ten coraje y se valiente

por qué en mi corazón serás por siempre joven, por siempre joven

Que la fortuna esté contigo

Y que tu luz guía siempre brille intensamente

Construye una escalera al cielo con quien quieras, un vagabundo o un príncipe.  

Y que nunca te falte amar

En mi corazón serás por siempre joven, por siempre joven

Y cuando al fin te marches espero haberte sido útil

porque toda la sabiduría de una vida nadie te la puede contar.

Pero cualquiera sea el camino que elijas

yo estaré justamente detrás de ti, ganes o pierdas

Por siempre joven.