Por María Xavier Gutiérrez / 12 Julio, 2018
Hoy cumplo 47 años y quiero escribir pero quizá no sea muy coherente. No importa eso ya. El calendario en mi oficina está parado en Abril, desde Abril y ya estamos en Julio. Cuento esto mientras tomo mi té Earl Gray regalo de mi mejor amiga y como pastel de naranja, uno que mi suegra hace que le queda de lujo. Cuando me desperté me fui a meditar y a leer algo de budismo, -esa forma de entender la vida que suena extraña para muchos-, es que cuando medito logro hacer silencio en mi mente y siento que algo se expande por dentro.
Mis niños me regalaron una fragancia de lavanda y eucalipto para aromatizar mi cuarto y mi esposo me regaló una sesión de baile. Luego aunque no son días de festejar me fui con cien mil paisanos a las calles, nos tomamos 7 kilómetros, nos empapamos todos y todas porque llovió, fue poderoso ir con esa gente recitando consignas cobijados por el azul y blanco de nuestra bandera. Es que desde Abril las cosas están mal en mi país y las marchas son el espacio de compartir, agarrar fuerzas y sentirnos unidos. Muchas cosas crueles han pasado desde Abril. Pero muchas cosas bellas también. Estamos en una tensión de fuerzas, el bien y el mal, como en la Guerra de las Galaxias. Somos millones de personas queriendo libertad y justicia y son unos cuantos miles muy malos usando armas para herir, torturar, desaparecer, matar y someternos a la voluntad de una dictadura.
Desde Abril hay días optimistas y días de pánico, pero aunque suene absurdo yo estoy durmiendo bien. Quizá los eventos de mi país al ser tan crueles -no voy a entrar en detalles-, me han puesto en el sitio correcto para sentir “de lo que verdaderamente se trata la vida”: de dejar a un lado la nube existencial, de apreciar el momento presente aceptándolo tal como viene, y de dar nuestra solidaridad sin condiciones a los demás, -les dije que el budismo suena extraño-, y lo de aceptar no tiene que ver con rendirse, si no con dejar de pelear internamente los azares de la realidad, tienen que ver con DESPERTASE, con entender que la vida ordenada y segura es estar muerto, que la vida es las sacudidas, los alti-bajos, incluso las tragedias.
Cuando llegué a mi casa almorzamos sopa de pollo con vegetales y queso, pero lo que más me gustó fue el chilote y el arroz con el caldo, lo demás se podría desparecer. Luego vi desde una ventana a dos pájaros azules comiendo fruta. Desde Abril que no uso mi cámara de fotos y de suerte la hallé con baterías. Ellos me esperaron y posaron. Por mi casa hay muchas aves, ardillas y lagartijas. Cuando los observo también hay silencio en mi mente. Es de las cosas que agradezco en la vida.
Desde Abril me congelé de cierta forma, me ha costado escribir y no hago fotos en las marchas, siento que caminar con la gente, con mi gente, es lo que quiero hacer, aunque también quisiera disparar un mortero.
Hoy cumplo 47 años, lo que no les dije es que ayer mi hija cumplió 13 y que agradezco a la vida y a Dios que ella va conmigo en este camino. Hoy que 350 personas han muerto desde Abril, 261 han sido desaparecidas y 68 torturadas, la mayoría hombres jóvenes. Hoy más que nunca me doy cuenta lo valioso que es disfrutar cada instante de esta vida, la taza de té, esa sopa, esos pájaros, ese baile con mi esposo, el aroma a lavanda y eucalipto, esa marcha con mis paisanos y mi madre, pero sobre todo valoro abrazar a mis hijos, olerlos, tocarles el pelo y la cara.
La vida es de humo, intentas atraparla y se escapa…Les dije que este escrito no era muy coherente, pero eso ya no importa. Voy por una cerveza.

Hola María Xavier,
Realmente es un placer leer tus escritos.
Admiro el don que tienes para expresar tus sentimientos y experiencias.
Deseo que pronto llegue La Paz a nuestra querida Nicaragua.
Te mando un gran abrazo desde Minnesota 🌼
Marcela
Aprecio muchísimo tus impresiones! Dios nos oiga querida Marcela.
Caramba, así de perdida he andado, no te había leído pero al igual que los demás escritos, me ha llegado y aquí haciendo fila en el autobanco, se me salieron un par de lágrimas, desde Abril nada es igual..
Un abrazo Mari..
Bienvenidas las lagrimillas…. en estos tiempos que vive nuestro país la nostalgia es gran compañera, no se, quizá hay nostalgia de muchas cosas… gracias por tu comentario! que bella!!