La Montaña

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Por María Xavier Gutiérrez

Algunas ocasiones es necesario escapar del mundo para estar consigo mismo… Este Diciembre quise entrar en mi piel y rozar mis sentimientos… Quizá se debe a que es un mes saturado, quizá se debe a que simplemente yo lo urgía… Hace poco supe de una diferencia entre las personas extrovertidas y las introvertidas, las primeras se energizan rodeadas de otras personas mientras que las segundas se recargan en la soledad, yo quepo justo en el segundo tipo y ahora entiendo mi necesidad de escapar que ruge en ocasiones.

Entonces organizamos en familia unas vacaciones en una montaña helada en Costa Rica, en Santa María de Dota, lejos de la ciudad, rodeada de neblina, en una cabaña de madera, con chimenea. Me fui con mi esposo, mi hijo e hija y sus dos abuelas. Lo que a nuestros amigos les sonó como una vacación aburrida resultó ser un tiempo nutritivo para todos.

Cuando nos alimentamos con granos, vegetales o frutas, nos entra al cuerpo cientos de micro dosis de vitaminas, minerales, proteínas y energía, que van realizando su labor sanadora por dentro sin que nosotros nos enteremos, sin que intervengamos y decidamos dónde poner la vitamina C o dónde la proteína, simplemente sucede. Es lo mismo cuando nos conectamos con la naturaleza, al caminar descalzos en el patio, al inhalar oxígeno en un bosque, al observar el mar, animales, el cielo, simplemente nos sentimos muy bien, nuestros sensores reciben un tipo de información que nos sosiega, no hay que buscar explicación, solo hay que vivir la experiencia.

Las vacaciones incluyeron despertarnos tarde, compartir en familia la cocina, juegos de mesa, caminatas, escuchar música, leer, escribir, dibujar, observar el atardecer, algo de yoga y meditación para mí. En la noche ver la televisión juntos como en los viejos tiempos y platicar bastante. Cortar leña con el hacha y encender la chimenea se convirtió en un ritual para mi hijo, quien además pedía con vehemencia que nunca la apagáramos, y bueno, los chicos también tuvieron su dosis de parque, museo y cine, tampoco pretendíamos que hicieran el retiro igual que yo.

La vida rutinaria es como una máquina del tiempo, caótica y descompuesta que sólo nos lleva al futuro… hacer pausas varias veces al día para inhalar y exhalar nos devuelve al presente, que es donde vivimos.

Les dejo un vídeo de las nubes que vi una mañana esa semana, echada en la grama, sin nada mas que hacer: Las Nubes

Acá el vídeo de la vida en la cabaña, la idea es quedarnos quietos como maniquíes: Mannequin Challenge en la Cabaña

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La casa queda en la cima de una montaña, hacia abajo se ve un pueblo rodeado por montañas, al atardecer las nubes están por debajo

6 comentarios sobre “La Montaña

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  1. Bella manera de disfrutar la vida, reconectarse con uno mismo y la familia. Felicidades por haber aprovechado esa linda experiencia al maximo. Envidia de la buena!
    Bendiciones para todos ustedes!

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