Aminta, Cándida, Cecilia, Zytelia, María Elena, Raquel, Amalia, Carmen Rosa, Tania, Zaida, Mónica, Luz de María y María Xavier
Por María Xavier Gutiérrez
Durante todo el año 2016, seis compañeras de yoga compartimos nuestra práctica con algunas de las mujeres mas bellas del mundo. Todas ellas pacientes en recuperación de cáncer de seno cuyos tratamientos médicos y sicológicos son facilitados por la Fundación Ortiz Gurdián en Nicaragua. Las clases de yoga son algunas de las opciones que las pacientes pueden optar para construir una vida más sana de cara al futuro. (1)
Había escuchado que es sumamente enriquecedor compartir con altruismo con otras personas, que al hacerlo logras altos grados de realización personal, y saben qué? Es cierto. Estas clases son una forma de regalar nuestro aprendizaje en yoga, una forma de extender el camino que nosotras mismas hemos andado. Sin embargo siento que estas mujeres me han dado mucho más que yo a ellas porque me han enseñado que cuando hay voluntad y ganas de explorar la vida no tenemos que ser una acróbata trotamundos.
Estas mujeres son unas guerreras, han vencido el cáncer de seno, obstáculos religiosos, culturales, geográficos, algunas llegan cada miércoles desde muy lejos con la esperanza de compartir un momento entre mujeres, se dan el placer de dedicarse una hora a estar presentes en cuerpo y alma, se dan el lujo de aprender a respirar lentamente, la mayoría pasa los sesenta años y quizá nunca antes habían hecho ejercicios y ahora las veo capaces de hacer un excelente balance, de abrir sus caderas, tienen ganas de ir más allá de sus límites, sudan y nunca dicen que no a una postura aunque les tome más tiempo acomodarse en ella.
Las clases para estas guerreras son muy suaves, adaptadas a sus condiciones físicas, hacemos mucho énfasis en la relajación porque para sanar el cuerpo de cualquier dolencia eso es fundamental. Cada miércoles una de nosotras asume el rol de la instructora. Yo en lo particular les leo cuentos o narro alguna historia, les llevo aromas que despiertan los sentidos, hago meditaciones que son como danzas y practicamos reinos a carcajadas. Otras compañeras llevan sonidos con cuencos tibetanos o acústicos y hasta les hacen algunos masajes. Esa hora semanal es un espacio de fraternidad que a todas las que participamos nos ha tocado el corazón
La semana pasada hicimos un sencillo evento para clausurar este 2016, instructoras y guerreas expresamos lo que sentimos. Ellas dijeron muchas cosas, por ejemplo que se sienten más flexibles, que salen recargadas de energía, que ahora saben como relajarse, que les ha ayudado a estar más tranquilas, una dijo que está más recta su espalda, otra nos dijo que su energía ha cambiado y que su nieto ahora la abraza, otra dijo que siempre había tenido curiosidad del yoga pero no podía pagar una clase y está feliz con este espacio. Hubo lágrimas y muchos abrazos, remarcando que las lágrimas son un regalo cuando caen porque a veces las retenemos tanto que salen en forma de dolencias.
El hallazgo que me sorprendió fue saber que estas guerreras también están alargando el camino del yoga porque algunas ya lo comparten en sus casas, con sus amigas y con sus nietas, incluso una ocasión participó una señora con su esposo. Para compartir el yoga no hace falta hacer contorsiones extremas, cuando compartimos como inhalar y exhalar lentamente, cuando enseñamos como estar en el presente y sentir nuestro cuerpo, estamos transmitiendo una de las partes más importantes del yoga.

Nota
(1) La iniciativa surgió durante el Taller de Formación de Profesores del Yoga, brindado en el 2015 por el Instituto de Estudios del Yoga, que ofrece la capacitación en España y en Nicaragua
Que belleza! apoyar a este grupo ha sido de las experiencias mas bellas y enriquecedoras que he vivido. Ellas nos enseñaron tanto mas que nosotras a ellas. Sigan querido equipo! Bellisima labor!
Nos haces falta Flavia!!
Yo quisiera que mi madre fuera a estas clases! ¿Cómo hago para que asista María Xavier? Soy Tamara
Decile que me llame. Estas son específicamente para las señoras que apoya la Fundación pero si tu mama ha pasado por ese diagnóstico y tratamiento seguro habrá una ventana de entrar. Si no es su caso, hay otros sitios y yo le puedo dar las direcciones.
Labor social ejemplar.. me gustan la nieve que cae….. felicitaciones sobrina
Lindo, lindo.
Precioso!
Me encanta Mari!!! Que bello regalo se han dado entre todas.