Por María Xavier Gutiérrez / 4 de Junio, 2019
El silencio es sanador, especialmente cuando uno no sabes qué decir, qué pensar, qué hacer, o simplemente cuando uno desea estar consigo mismo. Cuando estoy en silencio, rodeada de la nada, ocurre todo, las ideas salpican, me como las respuestas, me consuelo. Cuando estoy en silencio y llegan las emociones que me disgustan o me encogen las dejo pasar. Cuando estoy en silencio y llegan las emociones que me agradan y me halagan, también las dejo pasar.
Llevo medio año sin nada que escribir, y es que hay tanto que decir sobre mi país Nicaragua que no encuentro la primera palabra, no encuentro lo que no se haya dicho. No se cuál sería el tono adecuado para empezar a narrar, ¿Debo empezar con ruidos? ¿Con colores, olores o texturas? ¿Debo empezar dando un golpe, escupiendo, gritando? o ¿Debo empezar caminando, estirando los brazos, aspirando a alcanzar algo? No se.
En medio del silencio me vi una tarde contando en unos papeles viejos una gran tragedia que nos ha tocado atestiguar, a miles les ha tocado vivir y a cienes les ha tocado morir, me lo conté a mí y hoy se lo cuento a ustedes en estas dos ilustraciones hechas por mi con pintura acrílica, lápiz de grafito y carboncillo.
Cuando las palabras sobran.Cuando te arrancan la vida.Cuando el silencio es redondo.

El 18 de abril del 2018 comenzó la insurrección cívica para demandar cambios en el Gobierno de Daniel Ortega, el jueves 19 las fuerzas de represión asesinan al primer estudiante, Richard Pavón Bermúdez de 17 años, deportista. El domingo 22 de abril cerramos la noche gritando los nombres de 32 asesinados: muchachos, estudiantes, trabajadores, desarmados. La cantidad de personas asesinadas es imprecisa, se habla de más de 400. Cada uno tiene un nombre, una familia, cada uno tenía una vida.

Los presos y las presas políticas narran de las torturas atroces a las que han sido sometidos.
«La cacería política de la dictadura ha llevado a cientos de nicaragüenses a la cárcel. A trece meses de la rebelión ciudadana, más de 700 son presos políticos o rehenes que el orteguismo utiliza como fichas de cambio.
182 presos políticos continúan en las cárceles de la dictadura. Más de una decena de ellos están recluidos en celdas de aislamiento o máxima seguridad.
521 reos de conciencia han sido excarcelados. Pero sin recibir libertad plena, permanecen como rehenes del orteguismo, según lista de la Alianza Cívica.
92 nicaragüenses reportados como perseguidos políticos o secuestrados por la dictadura no están en las cárceles del país y se consideran desaparecidos.» Artículo Los últimos rehenes de la dictadura orteguista/ Confidencial.com.ni
LINKS
Memoria multimedia de la represión de Fundación Violeta Barrios
LA INSURRECCIÓN DE ABRIL EN NICARAGUA, 2018
Artículo Disparaban a Matar de Wilfredo Miranda / Confidencial
Canción de Bruno Cortina Bajo Tus Cenizas
En el siguiente vídeo recitamos los nombres de los 32 asesinados el domingo 22 de abril del 2018.
Me uno al silencio, tan denso y lleno de rostros, emociones y sentimientos encontrados! No quiero que me invada el odio, la violencia….deseo encontrar mi profunda paz interior para seguir derramando esperanza, ternura y fuerza!
Terely
Me entiendes. Gracias.
No solo estoy en silencio, desde hace mucho tiempo, sino que, ademas, estoy ausente fisicamente, pues me toco estar lejos de mi patria. El silencio repara y enmienda, no nos aleja ni nos hace ajenos, no nos responsabiliza, no nos culpa, pero tampoco nos hace apaticos o desinteresados. El silencio nos nos deshumaniza, por el contrario, nos hace entender mejor las circunstancias y respetar el sufrimiento de los demas. Y como siempre digo, si no tengo nada bueno que decir, mejor no digo nada. Saludos Maria Xavirer
Amigo! Un gran abrazo. Solo agregarte que el silencio tiene un rostro amoroso también, amor a uno mismo, amor que evita inyectar mas ira en la atmósfera, amor que evita confrontar, amor que invita a reflexionar. Siempre te recuerdo. Gracias por leer amigo.
Mari, que lindo esto.. pero además las ilustraciones me parecen muy hermosas.
Gracias Anita. Los hice con el corazón.
Lindas ilustraciones.
El silencio me atrapó todo el 2018…Por un lado el silencio que nos impusieron las autoridades a las personas no nacidas en Nicaragua…Por otro, el propio silencio que me impuse para tomar una decisión importante que es la que me tiene a kms de distancia del país que me acogió. En estos días me he descubierto que también paso mucho tiempo en silencio pensando en ustedes mis nicas. Y será en silencio, que piense otra vez en volver…
Esta es tu casa alegre mi Cris que te espera con las puertas abiertas y un plato en nuestra mesa. (Bis)