SOMOS, el agua del alma

Por María Xavier / Agosto 7, 2014

Lea (izq) / Ma. Xavier (Der)

Todas, todos, tenemos algo que contar, y un para qué contar. Algunas sentimos la impronta de hacerlo sin que nos importe el para qué, simplemente nos nace relatar, queremos sacar eso del cuerpo, de la memoria y de la garganta, no queremos morir atoradas con palabras. Relatar esas cosas a veces íntimas, algunas en tono de ficción, otras con dolor o humor, pero contar al fin. Lo hacemos y esa es otra manera de conectar con las personas que nos leen, es otra forma de conversar contigo.

Yo respeto mucho a quienes relatan porque es un ejercicio profundo, exponemos ante ustedes nuestros secretos, comprometemos la palabra, el criterio y los principios. Es igual para los artistas cuyas obras contrastan la realidad desde lo performático, lo auditivo o sensorial.

Hace pocos días, Lea Bolt (internacionalista, activista, feminista y poeta nicaraguense), presentó en Costa Rica su poemario SOMOS. Más de 50 poemas sobre amor, desamor, encuentros fugaces, beber café con amistades, sobre sus ancestras, los hay feministas, los hay nostálgicos sobre su país Nicaragua, habla del exilio, de sobreponerse al mismo, describe la muerte, pero también se revela ante nosotros como una chavala espontánea, sincera, que ama, llora, que tiembla de deseo, que se indigna con la injusticia y que triunfa cuando se asume imperfecta, dueña de su cuerpo y de su propia historia.  

SOMOS es un libro abierto, con poemas que van contando la vida de Lea pero que a la vez habla de su generación y de la experiencia de ser nicaraguense, por lo cual este poemario también tiene gran valor para la memoria colectiva del país. (Leer «Te invito a contar» al final de esta entrada)

La vida creativa es el alimento y el agua del alma (Clarissa Pinkola Estés)

Lea me invitó a comentar su libro durante la presentación, y dentro de todo lo que puedo decir destaco lo poderoso que implica el ejercicio de poetizar su vida, sobre todo siendo mujer porque desde su narrativa me inspira a seguir el camino del despojo de lo vacío, de lo indumentario, de los superficial, me motiva a ver mis rincones y hacer algo palpable de ello, me motiva a la creación.

Dice Clarissa Pinkola Estés en su libro Mujeres que Corren con Lobos, que aunque hayamos tenido a la madre más maravillosa del mundo, es posible que lleguemos a tener más de una en la vida, varias diría yo, y es posible que en ellas encontremos todo lo que necesitamos: «Sus relaciones con todas las madres serán de carácter progresivo, pues la necesidad de guía y de consejo nunca termina ni conviene que termine desde el punto de vista de la profunda vida creativa de las mujeres«. (Pp.253)

Gracias Lea!!

Espero algún día no muy lejano puedas tener un ejemplar de SOMOS en tus manos. Mientras tanto, dejo un adelanto de su obra en este link y también puedes leer algunos poemas a continuación Poemario SOMOS de Lea Bolt

MALA HIERBA

La historia de una flor en el desierto, que crece como si tuviera agua, que se impone como si tuviera sombra… la historia de una mala hierba, rebelde que nunca muere; aún con todo en contra
… que surge desde las penumbras y brilla como el sol … que encuentra entre las hendiduras formas ingeniosas de adaptarse…

EXILIADAS

Exiliadas estamos y vamos a estar un ratito más
comencemos por comprender esa realidad
yo sé que es difícil; pero por algún lado hay que empezar
A veces me preguntó ¿será solo del país que estamos exiliadas?

O es que hay más … o es que también nos exilian desde que nacemos, y de qué nos exilian entonces …

Pues de la posibilidad de ser como queremos, de donde seamos y

con quien mejor nos parezca,

Nos exilian de conocernos

proyectarnos

postularnos

ascendernos

disfrutarnos

Y es que está tan jodido el sistema que de todo nos exilian

algunas nacemos exiliadas

Así que así estamos, exiliadas pero estorbando

existiendo

exiliadas pero resistiendo.

CASA

Habito una casa donde no vivo; pero escribo

sobre mis miedos
mis sueños,
sobre mis errores

Y mis demonios toman forma de amigos

que se sientan a beber sangría conmigo

y antes del atardecer ya he entendido mis depresiones

mis sentimientos

mis emociones

Camino hacia la conclusión de que quiero volver a mi casa,

casa que no era mía
pero era habitada por mí
ahí callaba y sonreía

acompañada siempre del olor a café recién hecho

del aquelarre de los vecinos
de las bombas en navidad
del camión de chatarra

de las güirilas a una cuadra.
Habito una casa donde no vivo; pero escribo.

NAVIDADES

En las navidades en el exilio, quiero extender mis extremidades

para alcanzar en la distancia a mis hermanos,
quiero cerrar los ojos e imaginar el dulce abrazo de mis padres rodeando mi alma

que mi energía llegue hasta las celdas oscuras donde permanecen las libertades y lleve esperanza
quiero cerrar los ojos y soñar con los reencuentros y quiero soñar que eso no es un sueño …

En este exilio donde nos acuerpamos, donde también a veces peleamos, nos ocultamos o nos aislamos, nos unimos y nos separamos, este exilio forzado nunca antes imaginado, es la familia de nuestras navidades

En el acto de resistencia que representa la distancia, sin romantizar por supuesto el dolor involucrado, hay seguridad de que nos hemos levantado y no nos han callado.

EL CUERPO TIENE MEMORIA

El cuerpo tiene memoria
memoria de ese café matagalpino en las mañanas frías

memoria de aquellos cálidos encuentros en cervezas y café

de pies cansados por huir de los ataques en cada marcha

que pasaba por la calle central
memoria de manos inquietas disponiéndose a la ayuda de cuerpos alejándose

exiliándose.

EXTRACTO DEL PRÓLOGO DEL LIBRO / Por Jícara Floreciente

«Si me preguntás con qué podría comparar esta colección de poemas, pues, me gustaría decir que es un árbol adulto, un árbol muy bien arraigado. La presencia de tu papá y tu abuela, de les ancestres… son demasiado fuertes en el poemario, y me permito decir, que eso no solo te representa a vos, esa mirada hacia nuestras raíces es algo que nos representa a muchos que, como vos, estamos aquí de vacaciones, como diría nuestra amiga Martha. Muchos nos preguntamos cuál es el motivo de la vida para habernos trasplantado en Costa Rica o en cualquier otro territorio donde las personas del actual exilio nos encontramos. Entonces este poemario según mi mirada también es una conversación de ida y vuelta entre un soy y un SOMOS. Pero no solo la familia no elegida está presente, tus raíces también están conformadas por la familia elegida, y creo que las amistades y los referentes de lucha, son la evidencia de que has desarrollado raíces rizomáticas, donde has almacenado muchos nutrientes para defender desde ahí, la vida».

TE INVITO A CONTAR / Consideraciones por María Xavier

Todos tenemos algo que contar.

Nuestras vidas son grandes historias, a veces por sencillas y otras por intensas, épicas, dramáticas o absurdas.  

Cómo contarla es la llave del asunto.

Cuando contamos nuestra historia y esta es compartida por una comunidad, estamos creando memoria colectiva.

La memoria colectiva sucede cuando muchas personas relatan sus vidas en torno a un suceso que se vive como comunidad.

La forma de relatar puede ser a través de cartas, poesía, novelas, entrevistas, películas, cuadros, fotografía, testimonios escritos u orales.

La memoria colectiva es sumamente importante para que recordemos (para que no olvidemos), y para no repetir los mismos errores.

En Nicaragua, a pesar de que ha habido creación de materiales que suman a la memoria colectiva, no se han sistematizado apropiadamente ni todas las partes de los conflictos políticos han relatado sus propias versiones, tampoco se ha hecho un museo de la memoria.

Es muy importante que cuentes tu parte, si fuiste un emigrante de la década de los 80, si fuiste exiliado en los 80´o lo eres actualmente, si fuiste ama de casa que hacía largas colas para conseguir la comida, si fuiste de los tomadores de decisión, si fuiste al Servicio Militar, si alguna vez has sido censurado, si fuiste un joven que vivió al margen de la política, también es relevante, si tuviste familiares que murieron en los conflictos de siglo pasado o de este, si has sido confiscado o encarcelado. Tu historia siempre es muy importante. Recuerda que las historias que son íntimas y humanas promueven cambios en la conciencia individual y colectiva. Cuéntale a alguien tu historia.

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