Hecho a mano

... al momento que cerrábamos la última clase online, y mientras brindábamos con jugos, cervezas, mimosas y kombucha, recibí noticias de mi hijo Diego: había salido bien de la cirugía de su mano derecha

¡Salve a ti, Nicaragua!

En los pasillos de mi carrera en Comunicación Social conversábamos con jóvenes que habían sido de la "contra", y con los que habían sido "cachorros", también compartíamos café barato y pan dulce con los "Miami boys", que habían regresado llenos de historias vividas en sus exilios

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